La tribu INDICHURIS son
descendientes del sol, y de Puetzau elemento mítico o deidad de los
Sapara, porque al trabajar el parentesco, nos remitimos a los “Zapa”
de donde provienen.
Adoptan el idioma kichwa por su abuelo de gran estirpe, cuya
descendencia, trasciende los límites históricos, para conceptuar a
un tal Severo Vargas, gran amauta y líder que forjó los destinos en
la construcción de Puyo, hoy bautizada como ciudad canela; para mas
tarde aparecer don Jorge Vargas, de profunda sabiduría quien procrea
12 hijos que se vuelven jóvenes, altos, como las palmeras que
pretender subir al infinito para recoger el agua de sabiduría;
robustos como esos matapalos y chontacaspis en cuyo interior, aún
vive el espíritu del tiempo para volverlo incorruptible, y qué decir
de sus mujeres hermosas con cabellos largos pintados de “Witu”; con
unas caderas sinuosas que compiten con las montañas que se levantan
apoteósicas en las selvas orientales; con una sonrisa que es el
murmullo de la brisa de los ríos como el Pastaza que recorre
culebreante, al encuentro de las amazonas , mujeres semidesnudas que
abrazaron sus lanzas y flechas para defender la virginidad de las
selvas.
Así son los Vargas, que escarbando la tierra tomaron el manga allpa,
para crear sus mucawas y vasijas, en donde pintaron hasta sus
sueños, para tejer sus simbolismos; que moldearon la balsa para
imitar a la gran biodiversidad amazónica, hoy amenazada por el
calentamiento global y petroleras; que transformaron a los mismos
árboles, en obras de arte llamados tótems, en donde se corporeizan
los mitos amazónicos; que de los troncos de los árboles y pieles de
animales construyeron sus tambores para llamar a los espíritus
ancestrales; que con sus danzas de la culebra, del fuego, de la
siembra de la yuca y de la chonta, retrotraen los ritos primigenios;
que con sus prácticas culturales e identitarias, volvieron a caminar
por los caminos construidos por el ayer.
Así, hace 20 años conforman la Unión de artesanos indígenas de
Pastaza llamados INDICHURIS, trocándose en los embajadores
culturales de nuestra Provincia en el ámbito nacional e
internacional; hoy, Galardonados por el CONSEJO ECUATORIANO DE
DERECHOS HUMANOS Y SOCIALES, COMO “PERSONAJES DE NUESTRO PAÍS” por
lo que es menester exteriorizar nuestra profunda felicitación a los
hijos del Inti (sol), que por sus venas recorre el fuego ardiente de
su dios del presente y del pasado, del señor que engendra el vientre
de la tierra, en donde las mujeres exprimen sus senos de chonta o de
yuca para brindar su chicha a las generaciones.
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